Buenos tiempos para todos, o eso pensaba mi compañero.
Es dificil entender que todo lo bueno que pasa a mi al rededor, sea una tristeza más sumada a la lista negra de alguno de mis conocidos.
Acostumbrado a imaginar como serán los dias de mis compañeros más leales, suelo caer en el error de mirar con la perspectiva equívoca, quizás demasiado subjetivamente.
Creo que todo es más fácil si uno lleva únicamente su propia vida, pero el hombre empático, es el modelo de persona que siempre, desde niño, he adorado desde el subconsciente.
Trabajo, amor, esfuerzo, dedicación, aptitudes, adoración, versatilidad, continuidad. Todas ellas maravillas,
pero encontrar una persona, y poder ver en sus ojos sus problemas, sus profundas desavenencias con la humanidad, y en un estirado caso de imposibilidades, poder ayudarlas, es algo que siempre me ha llamado mucho la atención.
No por ello uno debe cambiar, pero ayuda a pensar de nuevo, que no son más que trozos de pastel.
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Y Frank, preparando el cheque...
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